Dos goles de Pepe dieron la victoria al C.D Benavente en un partido que finalizó con tres expulsados.

C.D BENAVENTE 2.- Rubén Luceño, Rafa, Héctor, Chrístian, Miguel Ángel, Óscar Robles, Mario Núñez (Jorge), Pepe, Crístian Berodas (Mario Mateos), Álex y Puchi.

C.D EJIDO 1.- Miguel Ángel, Álvaro (Jorge), Diego (Jairo), Héctor, Jaime, Urbi, Germán, David (Rey), Rafa, Borjina y Javier.

Árbitro.- Manchado Rodríguez, auxiliado por Roncero Vicente y Vicente Ávila. Amarillas para los locales Miguel, Héctor y Álex (58´y 78´) y para los visitantes Óscar y Jaime. Expulsaba por roja directa al local Puchi (60´) y al visitante Jaime (58´).

Goles.- 1-0 Pepe (45´), 1-1 Rafa (75´), 2-1 Pepe (76´).

Partido sin demasiada historia que contar y donde el Benavente fue el más listo de la clase agarrándose a una victoria que sabe a mucho con los dos goles del capitán Pepe.

Fue un partido para nada vistoso y sin demasiadas llegadas a uno y otro área con lo que Rubén Luceño y Miguel Ángel casi se convirtieron en espectadores de excepción. La condición de local permitió al Benavente ser el dominador de una primera parte pero sin concretar demasiado las llegadas a la demarcación de Crístian Berodas que las esperaba una y otra vez.

Mientras los leoneses intentaban llegar con balones largos buscando la espalda a la defensa benaventana y con acciones cargadas por banda izquierda donde intentaban conectar con la velocidad del dorsal número 7 Germán. Sin embargo, la rapidez de Miguel Ángel, uno de los mejores del partido junto a Óscar Robles, ahogaba todas las intentonas de sorprender en esas acciones. Sin embargo, Rubén Luceño tuvo que realizar una intervención digna de un portero de su talla a poco del descanso en uno de esos balones colados por la banda izquierda que se ataba al pie Rafa para ponerse solo ante el meta tomatero y no acertar a batirle.

Fue, sin embargo, casi sobre la campana que marcaba el descanso, cuando un balón colado entre líneas para Puchi le deja solo al once local que prefirió servir a un Pepe que venía lanzado desde atrás en lugar de finalizar él. Era un gol de esos psicológicos que previsiblemente haría daño al cuadro leonés.

Tras el descanso, el Ejido se plantó más arriba en busca de recuperar la igualada inicial, mientras que el Benavente esperaba su momento. En esas que empieza el carrusel de expulsiones, primero para el leonés Germán que dejaba por delante con mucho partido en inferioridad a sus compañeros y seguidamente, dos minutos después, a Puchi por un supuesto codazo. Se igualaban por lo tanto las fuerzas y el Ejido empezó a tejer cerca del área tomatera hasta el punto que un balón largo de Urbi a la espalda de Héctor pillaba desprevenida a la defensa local para que finalmente Rafa batiera de tiro cruzado a Rubén Luceño.

No tuvieron tiempo los leoneses de saborear el gol, ya que, en la acción siguiente Pepe se encuentra con un balón en la frontal del área visitante para soltar un zapatazo, tal como venía la pelota, y colarla casi en la escuadra de un Miguel Ángel al que solamente le dio tiempo de seguir con la mirada la trayectoria de la pelota.

Luego vendría la segunda expulsión en las filas del Benavente con doce minutos por jugar lo que haría sufrir al cuadro de Santi Redondo en defensa para cortar las acometidas, sin demasiado énfasis, del Ejido.

Rafa tendría la oportunidad de empatar en un balón rematado a la altura del punto de penalti que se iría alto y ahí se acababa la historia de un partido nada bueno y donde el Benavente vuelve a sumar.