Un golazo de Modesto da los tres puntos a un mediocre Racing Benavente.
Hay un dicho que dice «no quiero ver a mi hijo con buenos principios». Pues que lo apunte el Racing Benavente para tenerlo en cuenta ya que ayer pasó las de Caín para vencer al C.D Villalpando. Es más a nadie le hubiera extrañado que los villalpandinos, al menos se hubieran llevado un empate de un encuentro que finalizaba con 2 a 1. Ayer el Racing no jugó a nada y abusó en demasía de balón largo y a correr o de lo que vulgarmente se llama patadón. Este Racing dista mucho del que comenzó la temporada y gran parte de la culpa proviene de la notable ausencia de números en los entrenamientos, en ocasiones con siete, a las órdenes de Miguel Angel Nuevo. Esto es algo que se convierte en habitual cuando llegan estas fechas, al menos en las filas del Racing como sucediera hace dos temporadas, aunque no tiene extrictamente porque cumplirse… Los villalpandinos pusieron toda la carne en el asador y demostraron que el puesto que ocupan en la clasificación, al menos ayer, no corresponde con el que debería de llevar. Tuvieron contra las cuerdas al líder de la categoría en muchas fases del encuentro y sus llegadas en torno al marco de Jesús eran más peligrosas que las de los locales muy perdidos en balones largos a la espalda del rival que no tenían destinatario. Los dos goles locales de Jeri y de Modes lograron contrarrestar el ímpetu de los de Tierra de Campos que soñaron durante muchos momentos con la victoria o al menos el empate. Sin embargo el golazo de Modesto desde la frontal del área enganchando una volea y alojándola en el fondo de las mallas visitantes desconcertó por minutos a los rojillos a los que les costó de nuevo entrar en el partido. Pero una vez dentro dispusieron de dos llegadas, una en un balón al segundo palo y otra cerca del área pequeña, claves para agarrarse a los puntos que no aprovecharon. Al final, suma y sigue el líder, pero este líder ya no es el mismo de hace unas jornadas. Ahora Benavente y Racing se esperan.