El deporte benaventano se tiñe de luto por Alberto Lorenzana.
Hoy es de esos días en los que la vida te da un mazazo. Un día en el que aquello del deporte te estraga, te patina, lo odias. Te levantas, abres la persiana y te das cuenta de lo poco que somos y de lo poco que contamos en este mundo.
Hoy se nos ha ido uno de los nuestros. Un joven con ganas de vida, de ilusión, de comerse el mundo. Un joven con ganas de lucha, de revancha cuando las cosas no salían, de superación. Una superación que le ha mantenido muy, pero que muy lejos, de su ambiente, de esa ropa que le esperaba cada día, de esas zapatillas que pueden contar mil y una hazañas y de esa gente, amigos a fin de cuentas, que siempre ha estado junto a él, en cada carrera, en cada zancada, a cada paso.
Ha luchado, como ese gran luchador que siempre fue, se ha aferrado a la vida con su paso corto pero efectivo o con su pedalada sobre la bici con tal de que sus pulmones recogieran el aire más puro posible que le permitieran ser él mismo. Una enfermedad de las denominadas “raras” fibrosis quística, ha podido con este joven que luchó endemoniadamente contra ella desde los 10 años escogiendo el atletismo hasta que su cuerpo lo permitió, y luego la bicicleta para combatirla “Yo elegí en mi día el atletismo, fue un poco de rebote, pero desde los 10 años, estuve haciendo atletismo hasta qué mi cuerpo me lo permitió, y probablemente, gracias al atletismo, halla tenido una calidad d vida 10 hasta los 22 años. Una vez que mi cuerpo ya no me permito seguir corriendo, porque me ahogaba, cogí la bicicleta, y seguí haciendo deporte hasta septiembre…” Es uno de sus muchos comentarios recogidos del blog “El espejo de la verdad”. www.elespejodelaverdad.blogspot.com.es. Ahí Fiqui, como así le conocían sus amigos, ha contado cada uno de sus pasos en la lucha contra su enfermedad y su día a día después del trasplante de pulmón del pasado 18 de mayo que le ha mantenido postrado en el Hospital Puerta de Hierro durante mucho tiempo.
Hoy es uno de esos días en los que correr no me hace avanzar. Mi zancada cada vez es más corta, incluso lo noto, me lleva hacia atrás. Mi mente me coloca al lado de Alberto, sin que nunca haya cruzado zancada con él, pero es uno de los míos, de esos que el deporte lo anteponemos a cualquier cosa y su anticipada marcha me duele y me agarrota cada uno de los músculos que me hacen poner en movimiento.
Hoy vas solo, sin tus compañerosos de batalla José Carlos, Manolín, Yuye, Davichi, Jorge y Elena. Tu sombra azul con los colores del Benavente Atletismo, me sobrepasa con esa zancada tan peculiar y poco a poco te voy perdiendo de vista Fiqui, por eso vayas donde vayas y cruces la meta donde ésta esté, acuérdate de tus amigos de esos que has dejado aquí, y de otros como éste que te habla que te rinde pleitesía por el ejemplo que me has dado. Que cuando mires desde lo más alto del pódium, ese lugar reservado para los grandes, lo hagas como lo que siempre has sido un campeón, un luchador y una gran persona. Adios Fiqui.