El C.D Benavente justo vencedor del duelo de rivalidad local. 2 a 1 ante el Racing.
Realmente no se por donde empezar, aunque una cosa si que tengo clara y es que hoy he disfrutado del fútbol en el Luciano Rubio.
Pero ya que he decidido hablaré primeramente de lo extradeportivo y dejaré lo deportivo, afortunadamente lo más emocionante para el final. Y es que hacía tiempo que no se veía el Estadio Luciano Rubio como hoy se encontraba, aunque lejos no quedan otras entradas como las del C.D Camarzana o la del C.D Santa Croya, pero lo de hoy fue una fiesta del fútbol. Aunque no me deja de sorprender y llego a la conclusión de que algo mal se está haciendo con este deporte en la ciudad. Me explico. Si hacemos un simil con las matemáticas, uno más uno suma, pero uno menos uno resta. Matemática dura y pura. Vamos a la realidad C.D Benavente más Racing Benavente un equipo muy interesante y grande, pero un C.D Benavente por un lado y un Racing por otro, dos grandes equipos pero beneficiados…. los de siempre el Fresno, Corrales y demás que ven como la rivalidad local, y no solamente en esta categoría, sirve para conseguir lo que ellos solos no pueden. Una rivalidad que se está plasmando en la grada, separando a una afición que debería de gritar a una sola voz y en la misma dirección y que hoy no lo ha hecho. Amigos de café que hoy se han convertido en enemigos y eso nos es bueno para el fútbol, no es bueno para Benavente. Dos equipos que ayer fueron casi uno, el acuerdo de filialidad entre ambos, y que hoy han sido dos cada uno remando en la dirección que le conviene para estar al final de temporada en la mejor posición. Afortunadamente el partido tuvo un ganador y un derrotado, el empate no era bueno para nadie, y con esto ya entro en el partido que me gustó horrores y donde ganó el que más mereció.
Salía el Benavente con ganas de agradar y la verdad es que realizó una muy buena primera mitad, con un juego muy serio y con las cosas muy claras para llegar a hacer daño a la portería rival. De hecho a los cinco minutos Cristian tuvo que sacar bajo los palos un remate tomatero cuando ya se cantaba el gol. Luego el Racing creyó en su punto fuerte, el centro del campo, y comenzó a tejer un buen juego que llegó a poner en un par de aprietos el marco defendido por Eloy en una jugada de Puchi y en otra de Dani que no consiguieron objetivo. Sin embargo el Benavente tiró de garra y dispuso de nuevas ocasiones como un disparo de Ramón desde la frontal del área que golpeó en el larguero y que botó en la linea de gol en lo que pudo ser, pero no fue, el balón no llegó a pasar la raya de gol. Al propio Ramón le anularon una acción en la que su disparo se estrellaba en el poste del equipo racinguista por un fuera de juego que no existía. Y luego las ocasiones de un incansable Edgar, que brilló a gran altura manejando el partido en el centro del campo y que desempolvó el guante que tiene en su pierna derecha con magistrales lanzamientos de falta que sembraban el pánico en el área rival. Sin embargo con el 0 a 0 los dos equipos se retiraron al descanso y en las gradas a pesar del buen primer tiempo que habían presenciado les faltaba la salsa de los goles.
Y llegaron en la segunda mitad, donde el Racing salió mucho más asentado y donde el Benavente perdió un poco el norte. Los cambios de Santi Redondo, no mejoraron el rumbo del partido y el Racing se aprovechó de una indecisión de la zaga para por mediación de Mice, muy combativo, hacer el primero de un cruzado zapatazo al que Eloy no puede hacer nada. Con un Benavente tocado, el Racing pareció buscar más, pero el jugar al límite en cada una de las jugadas, le causó una mala pasada cuando Dani tuvo que abandonar el terreno de juego al ser expulsado. La entrada del inglés Craig sirvió de revulsivo y dispuso de una acción solo ante Eloy que el meta local desbarataba y que pudo dar los tres puntos al Racing. Perdió la ocasión y el Benavente tomó de nuevo las riendas para que en una cabalgada de otro de los destacados del Benavente, Mario Mateos, finalizara con un pase al centro del área por donde pasaba Pepe que hacía el empate. Los tomateros se quedaron con diez tras la expulsión de Ramón, un tanto desquiciado por las faltas que recibió, y el partido se volvió a equilibrar, aunque las faltas botadas por Edgar seguían haciendo daño y chocaban con la cruceta, para celebrar el gol sin explicarse el porque el balón se volvió a negar a traspasar la linea de gol. Las cosas se torcieron aun más para los de Santi Redondo con la lesión de Manu tras un pisotón de Craig sin demasiado sentido que le costó la amarilla y que pudo ser más. Oscar Robles en un lanzamiento de falta vió como su disparo se estrellaba en la escuadra, mientras Jonny pedía penalty en una serie de eslalon dentro del área en la que caía, pero que pareció no ser. Cuando ya todos daban el empate por bueno y el reloj pasaba cinco minutos del tiempo reglamentario Omar se encontró con un balón que hasta en tres ocasiones había sido disparado a portería y rechazado para dar la victoria al Benavente que se puede considerar justo vencedor ante un Racing quizá demasiado atenazado y que dista mucho del Racing que se esperaba en el Luciano Rubio. Al final todos tan amigos y la liga que continúa mucho más apretada y a la que tras este partido el Benavente presenta, ahora si jugando como debe de jugar y creyendo en lo que hace, su candidatura al ascenso. Así da gusto ver fútbol, pero uno más uno son dos.