DEPORTES

Santi Redondo puede ser el técnico tras la asamblea del jueves.

La vuelta de Santi Redondo al banquillo del C.D Benavente podría estar más que asegurada tras los rumores que han corrido a lo largo de esta semana festiva por la ciudad. Llega de esta manera un hombre con el que, en un principio parece ser, se había contactado para que se encargara de supervisar la cantera del club. Sin embargo los últimos acontecimientos, parecen haber despejado el horizonte y el autor del ascenso la temporada 2012-2013 podría ser el nuevo dueño del banquillo tomatero.

Mucho trabajo le espera, en caso de confirmarse, a un hombre que se fue, pero que siempre ha estado ahí, tras un “annus horribilis” en todos los sentidos de la entidad presidida por Domingo Corral.

La temporada, como se sabe, ha finalizado con el descenso del primer equipo de forma totalmente merecida en la que no se ha conseguido ni ganar a los pequeños en categoría e incluso en población. Que una ciudad como Benavente con 20.000 habitantes esté en la provincial, sin desmerecer a ésta, es para considerarlo más que un fracaso. Siempre se escucha la frase “tenemos lo que nos merecemos” y es así, pero también es cierto que si no se llega a un número de socios o que si los domingos al campo siempre bajan los mismos es por algo. ¿El qué?, queda para los estudiosos, pero lo que sí que es cierto que el C.D Benavente, debe de ser algo más que lo que hemos visto desde que Miguel Losada descendiera al club de tercera división. Desde entonces hasta ahora se han venido dando palos de ciegos por parte de la directiva que ha desembocado casi en que el Municipal Luciano Rubio haya quedado menos que un solar. La crisis tiene su parte de culpa en ello, bien es cierto, pero de estar en la categoría que por entidad le corresponde al Benavente, la tercera, a estar en una provincial la diferencia es mucha. Que la economía no permite estar en tercera, pues bueno la Preferente puede ser un lugar para foguear un equipo y dar el salto en el momento adecuado, pero ni eso. Villaralbo, Rioseco, Mojados, Navarrés, Onzonilla, Simancas y así un largo etcétera de localidades con muchísimos menos habitantes que Benavente mantienen el tipo o incluso luchan por ascender o ascienden. Que veamos como el At. Astorga, hasta hace algunas temporadas rival del Benavente, haya conseguido ascender a la segunda división B, nos tiene que dar envidia, sana pero envidia, más cuando uno de los nuestros Agus Otero está con ellos. Una ciudad con 12.000 habitantes, que pasa la misma crisis económica que el C.D Benavente, pero que ha sabido sobreponerse y llevar al equipo a esas cotas y llenar cada domingo el campo. El Astorga sería un buen espejo en el que mirarse.

Parece que el año que se pasó hace dos temporadas en la provincial no sirvió de mucho. La lección no se aprendió, o se hizo a medias, y ahora de nuevo un paso atrás. Con directivos que se marchan a inicio de temporada o casi al final por discrepancias entre ellos, algunos de los cuales se dejan, y lo vienen haciendo desde hace muchos años el sudor, la piel y hasta parte de su vida en el campo. Que permiten que los jugadores, cuando se están jugando el todo de la temporada jueguen maratones de fútbol sala, que cuando un equipo, sea de la categoría que sea, se juega un título, como los alevines, no tenga ningún representante que les respalde “in situ”, que se permita el desmantelamiento de un juvenil en categoría superior a la del primer equipo para tapar las carencias de la mala gestión de un equipo con más de 30 fichas, cuando además iban terceros en su liga. Que luego también el ambiente se vea reflejado en estos con la no presentación en un partido liguero porque también muchos decidieron jugar un maratón de fútbol sala, algo que no me consta, al menos en el larguísimo periodo que vengo siguiendo al club tomatero, y que es demencial. La ausencia del entrenador en un partido de vital importancia. El poco o casi nulo tacto con los equipos visitantes. La nula relación, siendo el equipo más representativo de la ciudad, con el resto de clubes, At. Santa Cristina, Virgen de la Vega o el que fuera filial Racing Club Benavente y ahora equipo de preferente. Todo esto, unido al poco tacto con el futuro del club que es la cantera, ni un bocadillo para los niños cuando se desplazan pagando muchos padres el carnet de socio, está llevando al C.D Benavente a caminos desconocido.

c.d benaventeLuego está el capítulo de los jugadores, que sin ser los culpables del fracaso, tampoco se pueden declarar inocentes. Las lesiones han sido una de las principales cargas del club tomatero a lo largo de la temporada, pero también la poca implicación y seriedad de algunos ha acabado en que las fichas que el club debía de firmar se desbordaran. Tampoco se han debido permitir los caprichos de muchos de los que vistieron la camiseta del Benavente, las continuas sanciones, algunas provocadas para evitar desplazamientos y más cuando el equipo estaba descendido, las mayoritarias ausencias en los entrenamientos donde muchas veces no había ni para jugar un cinco contra cinco y el bajo nivel de algunos de los que se esperaba mucho más. En el lado opuesto están aquellos que han dado el sí quiero hasta el pitido final, algunos como Manu perdiendo incluso el trabajo por una lesión, que espero confundirme, pero le va a poner las cosas muy difíciles para jugar esta temporada y el aplauso unánime que se merecen Rubi, Marco, Urbi o Lucho, independientemente del nivel que mostraron, que podían haber abandonado la nave cuando lo hicieron otros que llegaron con ellos. Lamentable el espectáculo de ver el banquillo de un equipo que estuvo en tercera división con tan solo un hombre de suplente, eso no ha pasado nunca.

Por último, quien menos culpa tiene de esto, la afición, quien ha llevado palo tras palo a lo largo de la temporada, ha sido testigo presencial de todo lo anteriormente expuesto, ha sufrido sin poder responder a los continuos despropósitos. Si el equipo va bien, la afición responde, pero si va mal a nadie, excepción de los incondicionales, le gusta bajar al Luciano Rubio a pasar frío, mojarse o calor cuando éste empieza a apretar. Y vuelvo a repetir que uno ha sentido una envidia tremenda viendo como el At. Astorga fue capaz de llenar su campo en el partido que dio el ascenso a su equipo.

Pero el jueves sí que va a tener ocasión de hablar la afición a través de sus socios en la Asamblea General Ordinaria que el club celebrará en la Casa de la Cultura de La Encomienda este jueves 26 desde las 20,30 horas con los puntos que han conformado la misma en otras ocasiones y con un último capítulo que se presenta calentito ante el enfado generalizado.

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