DEPORTES

El Naranco tampoco frena a Iván Bragado, Isa, Gerardo, David, Borja, Calis y Ana.

DISCAMINO

Por Discamino.

EN CASA DE ISA
La etapa de hoy es de las que gustaría hacer de principio a fin; todos y cada uno de los kilómetros y todas y cada una de las subidas y bajadas para disfrutar de cada centímetro de los bellísimos paisajes que hemos recorrido desde Cistierna, lugar de pernocta, hasta el monte Naranco, fin de la jornada. Como he dicho, dormimos en Cistierna, un precioso pueblo al pie de las montañas. Tenemos que dar públicamente las gracias a su ayuntamiento por su generosidad al prestarnos el albergue municipal, un sitio cómodo y limpio en el que pasamos una noche la mar de tranquila.
Esta novena etapa tenía para nosotros tres puntos álgidos, a saber,
1.-la subida al puerto de San Isidro, con el embalse de Boñar, la Ribera del río Porma y el vertiginoso descenso por su vertiente asturiana,
2.- la cuenca minera siguiendo el río Caudal,
3.- y la llegada a Oviedo.

Para decidir qué parte hacer con los triciclos contábamos con dos únicos candidatos: el ascenso a San Isidro saliendo desde Cistierna o la llegada a Oviedo finalizando con la subida al Naranco empezando en Collanzo. El tramo que falta, es decir, la bajada desde el alto de San Isidro hasta Collanzo, estaba ya descartado de salida por las fortísimas pendientes descendentes, muy peligrosas para la integridad de los frenos y, por tanto, de los copilotos. La elección fue muy sencilla: por un lado sólo el paisaje y por el otro, el paisaje y la familia de Isabel. Obviamente ganó el corazón. Ver a sus hermanos Paula y Luis, a su cuñada y sus dos sobrinos animarla a pie de carretera, escuchar los piropos y recomendaciones que le dedicaban, ver la emoción en sus caras, a veces hasta un punto de desesperación en sus ojos por querer hacernos la cuesta y las rampas un poco más suaves…., sentirla a ella dándolo todo desde el sillín delantero, a pesar de querer quitarse presión con su respuesta cuando Calis le preguntó si estaba especialmente motivada por estar pedaleando en casa. Lo que dijo fue: «no, no es nada especial, total, ya no estamos en Oviedo» (y era cierto, ya que cerca del alto termina el área metropolitana y cuándo Calis preguntó, acabábamos de pasar el cartel que ponía OVIEDO tachado en rojo).

DISCAMINO
Así pues, Gerardo, David Gil y Borja pedalearon desde un poco mas allá de Collanzo hasta Santa Eulalia y allí le dejaron los asientos a Ana Soage, Iván e Isa, que fueron los que subieron el puerto finalmente.
Además de la familia de Isabel, también nos acompañaron en la etapa la familia de Calis y Jorge Pino, buen amigo suyo. Todos ellos también se desgañitaron gritando para nosotros.
En definitiva, una mañana para recordar seguida de una tarde espléndida en casa de los señores González, padres de Isa , Luis y Paula que nos dieron cobijo a todos menos a Calis y al valiente Borja, que se fueron con sus familiares.
No quiero acabar esta crónica sin agradecer a la empresa Univerbum su invitación a comer. Muchas gracias Paula, traductora profesional.
Y una última cosa antes de acabar: por razones que ya explicaré, la crónica de mañana se titulará «QUESTO DI PESTO, YA TE ECHAMOS DE MENOS»

Descansad, que mañana tocan los Lagos de Covadonga.

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