DEPORTES

Iván Bragado y Discamino divisan a lo lejos la meta de Madrid.

discamino

Por Discamino.

Esta mañana nos levantamos a la hora de costumbre: demasiado pronto para algunos, especialmente para Borja que, hoy poco menos, que me dijo que no se me ocurriera volver a despertarle a esas horas. A decir verdad, las 6 de la mañana tal vez sea una hora demasiado temprana para todos para levantarse 23 días seguidos pero, mal que nos pese, es la adecuada si se quiere aprovechar el tiempo y huir del sol plomizo de los mediodías del verano. Hoy, más que nunca, era un día para madrugar porque teníamos por delante una jornada con doble etapa por la mañana, David Gil, Gerardo y Borja iban a hacer la contrarreloj Javea — Calpe y por la tarde, Iván, Ana e Isabel harían la ascensión a la base militar de la Sierra de Aitana y para que los pilotos, Carlos, Chema,Yago y yo pudiéramos con los dos tramos, necesitábamos hacer la primera parte lo más pronto posible para tener un hueco de descanso lo más amplio que se pudiera.
A las 8 en punto, acompañados por Vicente, concejal de deportes del Ayuntamiento de Jávea, emprendimos la marcha en dirección al puerto de esa bella localidad para hacer el mismo recorrido que mañana harán los profesionales. Los duros repechos de Benitachell y Teulada pusieron a prueba la minada resistencia de David y de Gerardo mientras que el benjamín, ese fedello (travieso, torbellino) maravilloso llamado Borja a quien en un momento dado estrangularías y al momento siguiente te comerías a besos, iba como una rosa de pitiminí. Pasado Teulada nos dejamos caer hacia Moraira, lugar en el que se cumplían los 25 kms pactados y donde recogimos los triciclos, montamos a la peña en las furgos y salimos pitando hacia Benidorm pensando ya en lo que teníamos por delante, la temible Aitana y el terrible sol que derretía el asfalto.

ivan bragado
Una vez en Benidorm, localizamos el complejo deportivo Guillerno Amor y nos instalamos en él. Hechas las consultas oportunas, fijamos como hora de salida hacia Orxeta las 17:00 ya que queríamos estar sobre los triciclos a las 18:00 para tener un margen de tiempo suficiente para subir a la cumbre con luz solar. Creo que no miento si digo que todos estábamos un poco asustados por lo que nos esperaba, y me refiero tanto a las pendientes del puerto como al asfixiante calor que barría las calles en ese momento. A la izquierda del polideportivo se veían los picos de la Sierra Aitana cubiertos de niebla y, un poco mas atrás, unos nubarrones negros negrísimos.

— Mira que si al final esas nubes vienen a salvarnos de la previsible insolación….

Y así fue. Subimos bajo un cielo totalmente cubierto, tanto, que hasta nos daba la risa cuando Calis no paraba de decir que alguna virgen debía estar velando por nosotros. Fue una ascensión impresionante; dura, durísima, pero magnífica. Por nosotros (Chema con Iván, Yago con Ana, Carlos de apoyo y yo con Isabel) velaron Aroa, MariMar y David, que no quiso perdérselo. A animarnos acudieron nuestro amigo Arno de HUKA y Juan Enrique de Kynethic bikes. Un millón de gracias a todos, incluida Estrella, madre de David, que quedó al cargo de Gerardo y Antonia que se fue a rezar por nosotros a la playa de Poniente.
Mención especial merecen…..

1. El pequeño Borja que se metió las dos etapas como un profesional
2. El Ayuntamiento Javea, su concejal Vicente, su ayudante MariFran y el encargado de la instalación por todo el cariño con que nos trataron y el esfuerzo que hicieron para que estuviéramos a gusto.
3. Sus homólogos de Benidorm por cedernos el pabellón de la ciudad deportiva Guillermo Amor.

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